La obligación con la que los adolescentes salen de los institutos para acceder a la universidad es la primera muestra de cómo sus preferencias no liderarán sus acciones a lo largo de sus vidas. La primera condición se plantea en los centros como requisito indispensable para ser contratado. La necesidad de obtener como mínimo un trabajo con una remuneración exigua que sostenga la subsistencia es el principal aliciente para los jóvenes cuando tienen que tomar ciertas decisiones.
Los estudios humanísticos se encuentran perdiendo estudiantes, en los últimos años según apunta "Elperiodicomediterraneo" está disminuyendo el interés por cursar las carreras que no pertenecen al ámbito tecnológico. Otro periódico con un reconocido nombre como es el "ABC" publicaba hace un año, el 1 de marzo de 2021, cómo las carreras de letras no compartían la fructuosa inserción laboral de las carreras tecnológicas. La tesitura actual de los estudiantes que no tienen interés por las carreras de letras se encuentra influenciada tanto por intimidadoras estadísticas de paro, como por ánimos ilusorios.
De esta manera, se promueve la realización de una selección pragmática en los jóvenes para que se decanten por una opción que les beneficie a ellos y a las empresas para las que terminarán trabajando. Las amenazas ya no surten efecto en el siglo XXI, al menos no las directas, y se opta por conferir avisos de carácter económico a los alumnos desde que se encuentran en primaria.
El influjo sobre las mentes no solo tiene lugar en las redes sociales o con la televisión, tiene una precedencia más longeva que los medios de comunicación y lleva ocurriendo desde que existen las lecciones. Los docentes son unas de las personas que más pueden llegar a influir en un niño junto con sus padres y si ya de pequeño recibe nociones de cómo debe enfocar su vida, irá creciendo por un camino que quizás no es el que más le conviene a él, pero sí a su bolsillo y más importante, a las empresas para las que puede trabajar.
El pragmatismo desde que fue propuesto por el filósofo y científico Charles Sanders Peirce, se ha ido adentrando más en la sociedad y con él, ha continuado aumentando el pensamiento por hallar un beneficio como es obtener un puesto de trabajo, sin pensar en más hallar de cómo conseguirlo. A veces, es simplemente sin pensar y sin tener un objetivo, sino que es seguir unas órdenes para llegar a cumplir un propósito.
Por contraparte, en algunas ocasiones se recomienda a quienes están estudiando un Bachillerato de ciencias y se decantan por estudiar una carrera de letras, que estudien una carrera relacionada con lo cursado y si permanece su deseo, que estudien una carrera de Humanidades en un futuro si tienen tiempo. Las condiciones implantadas en el consejo planteado tan solo recogen en una frase todo lo planteado en este artículo. Por ello, ya no se plantea la distinción entre Ciencias y Humanidades, tan solo obligación y hobby.
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